Nuestro veredicto
Con la incorporación a su configuración de los nuevos procesadores Intel Core, una mayor cantidad de memoria RAM, y las tarjetas gráficas más potentes del mercado, el nuevo iMac de 2019 se alínea a la demanda del mercado garantizando un mayor rendimiento. No obstante, su diseño no ha cambiado desde el año 2012 (algo más de 7 años), por lo que no vamos a negarte que esperábamos algo más. Habrá que esperar a la llegada de nuevas generaciones para ver hacia dónde dirige Apple la innovación.
Precio en el momento de escribir esta review
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En 2018, el iMac cumplió veinte años desde su creación, motivo por el cual, nos habíamos creado expectativas de que Apple aprovecharía la ocasión para actualizar su icónico ordenador de escritorio y lanzar un nuevo iMac con apariencia totalmente nueva.
A lo largo de los años, Apple ha ido reduciendo los biseles en otros dispositivos como el iPhone, iPad Pro o MacBook Air, lo que nos hizo pensar que había llegado la hora del iMac. Desafortunadamente, Apple ha cambiado muchas cosas, pero solo de su interior, manteniendo el mismo aspecto que los equipos de 2012.
Así, los cambios más importantes llegan en forma de procesador, las opciones de tarjeta gráfica y la memoria RAM. A continuación, veremos todo esto con mayor detalle pero podemos anticipar que el iMac de 2019 sí es más potente que la generación previa de 2017.
Al fin y al cabo, puede que este apartado sea el que más interesa a los usuarios, el que el nuevo Mac cumpla sobradamente con el rendimiento que demandan las aplicaciones más modernas, en lugar de presentar un aspecto mucho más moderno.
En esta review que ahora te ofrecemos, nos centramos en la parte superior de la gama de iMac de 21,5 pulgadas, con su procesador Core i5 de 8 núcleos y de 8ª generación. Si tienes dudas de por cual decidirte, consulta nuestro artículo sobre qué iMac comprar.
Precios
Los precios de los iMac de 2019 continúan siendo similares a años previos. De hecho, el precio no ha cambiado en España desde el año 2016. A continuación, te mostramos los precios de los últimos modelos iMac de 21,7” presentados en 2019:
- Procesador Core i5 dual-core de 7ª generación y 2,3 GHz de velocidad, disco duro de 1 TB, 8 GB de RAM y gráfica Iris Plus 640. Precio: 1.305,59 €. ( Modelo de 2017).
- Procesador Core i3 quad-core de 8ª generación y 3.6 GHz de velocidad, pantalla Retina 4K, disco duro de 1TB, 8GB de memoria RAM, y Radeon Pro 555X. Precio: 1.499 €.
- Procesador Core i5 six-core de 8ª generación a 3.0 GHz de velocidad, pantalla Retina 4K, unidad Fusion de 1TB, 8GB de RAM, Radeon Pro 560X. Precio: 1.699 €.
Opciones de personalización:
- Procesador Core i7 de 8 núcleos a 3,2 GHz + 240 €
- 16 GB de RAM + 240 €
- 32GB RAM + 480 €
- Radeon Pro Vega 20/ 4 GB + 420 €
- 256GB SSD + 120 €
- 512 GB SSD + 360 €
- 1 TB de SSD + 840 €
Realmente, la sorpresa hubiese sido que Apple hubiese bajado el precio de sus equipos. No obstante, tampoco pensamos que ha hecho bien manteniendo en catálogo el modelo de 2017 con una configuración francamente anticuada.
Con ella fija un precio de entrada del iMac de 21,7 pulgadas, muy por debajo de los lanzados este año 2019, a pesar de que carece de pantalla Retina 4K y no ha sido actualizado desde finales de 2017. El efecto llamada lo conseguirá pero no deja de ser engañoso.
Y es que esta práctica no es la primera vez que la lleva a cabo, dado que Apple también dejó a la venta el viejo modelo del MacBook Air cuando actualizó la gama en 2018. A pesar de tener procesadores Intel Core de 5ª generación de 2015, el Air cuesta 1.105,59 €, unos 244 euros menos que los que tienen procesadores nuevos.
Pensamos que el único propósito de estos modelos es fijar un precio de entrada inferior al habitual para llamar más la atención. Así pues, recomendamos encarecidamente a cualquier persona que esté considerando la compra del iMac, que adquiera un modelo Retina y se gaste los 244 euros más.
Consulta aquí nuestra guía de compra de Mac: ¿Qué Mac, iMac o MacBook comprar?.
Diseño y calidad de construcción
Ya hemos dicho que esperábamos la llegada de equipos iMac con un nuevo diseño. Y no nos referimos solo a cambiar por cambiar, por el hecho de que hayan mantenido el mismo formato durante los últimos años.
Los iMac siguen siendo máquinas con un aspecto moderno e innovador, hasta el punto que no parece que los años pasen por ellos. Sin embargo, hay áreas que todavía tienen margen de mejora. Es el caso de la altura de la pantalla y la regulación en función de tu altura.
Es raro darse una vuelta por una oficina dotada de equipos iMac y no ver como algunos usuarios colocan libros o cajas debajo de su peana para adoptar una altura acorde y ergonómica. Más allá de poder inclinarla ligeramente, es frustrante no poder regular su altura.
También la pantalla Retina se encuentra rodeada por biseles de una pulgada de ancho, mientras que en la parte inferior hay una sección de aluminio de 2,5 pulgadas con el logo de la compañía. Nos encantaría ver reducidos estos bordes, como ya sucede en los portátiles.
Si mides la diagonal de la pantalla, en su totalidad es de 24 pulgadas, mientras que el área de visualización real se queda en este modelo que probamos en las 21,5 pulgadas. Así, si quieres una pantalla más grande, deber elegir la de 27 pulgadas, un tamaño muy superior.
Pantalla
Tecnológicamente hablando, la pantalla es otro elemento diferenciador. De hecho, el modelo iMac de 21,5 pulgadas que no ha sido actualizado carece del soporte de resolución 4K, quedándose en los 1.920 x 1.080 píxeles.
El salto a adquirir un modelo iMac de 21,5 pulgadas de 29¡019 es significativo, dado que el soporte de 4K garantiza resolución nativa de 4.096 x 2.304 píxeles. También ofrecen 500 nits de visualización y tramado de 10 bits.
Esto significa que son un 43 % más brillantes que los modelos anteriores y capaces de reproducir mil millones de colores frente a los millones de colores que ofrecía la generación anterior de iMac de 2,3 GHz, el modelo de 2015 de entrada de gama.
Así pues, la pantalla es una muy buena razón para actualizar tu anterior equipo, especialmente si utilizas el iMac para entornos profesionales.
Especificaciones
Como hemos indicado anteriormente, los únicos cambios en el iMac de 2019 se encuentran en el interior. Es decir, una gama de nuevos procesadores, mejores tarjetas gráficas y memoria RAM más rápida, al menos en la opción del modelo de 6 núcleos y velocidad de 6 GHz. Veámos las distintas configuraciones posibles, empezando por la CPU.
Procesador
Los nuevos iMac de 21,5 pulgadas de 2019 se benefician de incorporar la octava generación de procesadores Intel Core, cuyo nombre en código es Coffee Lake. Reemplazan a los Kaby Lake presentes en los iMac de 2017.
Una de las mayores ventajas es el salto en términos de número de núcleos de procesador. Por vez primera, hay una opción de seis núcleos a 3 GHz de velocidad. El equipo con un Core i3, en lugar de un i5, implica que no es capaz de utilizar Turbo Boost para acelerar o reducir la velocidad en función de la demanda.
Para hacernos una idea, el modelo de iMac de 6 núcleos y 3 GHz de velocidad, con Turbo Boost activado, puede llegar a alcanzar los 4,1 GHz. Estos núcleos adicionales son una ventaja si trabajas con aplicaciones exigentes, como software de vídeo o edición.
Los procesadores son similares a las configuraciones de los Mac Mini de 2018, pero con la desventaja de que estos equipos dependen de los gráficos integrados y de un almacenamiento flash menos rápido.
¿Qué echamos en falta en los iMac de 21,5” de 2019? Pues que podemos escalar hasta una configuración máxima de Core i7 con seis núcleos y 3 GHz de velocidad, mientras que si optamos por los iMac de 27 pulgadas, encontraremos una opción de procesador Core i9 de novena generación mucho más potente de 3,6 GHz, escalable hasta los 5 GHz.
Rendimientos
Hemos ejecutado puntos de referencia en los nuevos iMac para ver qué diferencia hay en comparación con la generación del año 2017. Por aquel entonces, revisamos el iMac de 21,5” con CPU quad-core de 3.4GHz y gráficos Radeon Pro 560. Al igual que la máquina que estamos viendo en este instante, éste era el modelo superior dentro de su gama.
En la prueba Geekbench de un solo núcleo vimos ganancias sobre el modelo de 3,4 GHz de 2017, con una puntuación de 4.894 en comparación a los 5.372. Esto a pesar de que los núcleos individuales tienen una velocidad de reloj más lenta esta vez.
Como era de esperar, la puntuación de múltiples núcleos fue significativamente mayor para el modelo de 2019. Es importante tener en cuenta que estas puntuaciones estaban usando un Geekbench un poco más antiguo, y que esas Mac estaban ejecutando Sierra en lugar del sistema operativo Mojave. A pesar de las discrepancias, las diferencias son evidentes.
Otro factor interesante aparece con el iMac de 27 pulgadas que también hemos estado probando. Ambos iMac tienen exactamente el mismo procesador, por lo que, como se esperaba, las puntuaciones de Geekbench fueron muy similares, aunque el modelo de 27 pulgadas vio un resultado ligeramente superior en la prueba de múltiples núcleos.
La conclusión final en términos de rendimiento es que verás un aumento de velocidad considerable entre los iMac del año 2017 y los nuevos de 2019. Apuesta por incluir una unidad SSD, en lugar del Fusion Drive, y las cosas también mejorarán.
Gráficos
El otro cambio importante está asociado al rendimiento con los gráficos. Aquí vemos un aumento considerable entre el modelo de iMac que incorpora la Radeon Pro 555 con memoria de video de 2 GB de 2017, y el modelo de 2019 con una Radeon Pro 560X con 4 GB en el modelo 2019.
Las capacidades gráficas son un elemento diferenciador entre los iMac Retina y los no Retina. El modelo anterior de nivel de entrada tiene un chipset integrado Intel Iris Plus Graphics 640 y carece de memoria gráfica propia.
En 2015, todos los iMacs de 21.5 pulgadas, incluso el más alto de la gama, el iMac 4K, contaban con chip integrado Intel Iris Pro Graphics 6200. Ahora todos, excepto el iMac de nivel de entrada, tienen tarjetas gráficas Radeon Pro dedicadas. Por lo tanto, si estás actualizando desde un iMac anterior a 2015, la mejora es cuantiosa.
Realizamos las pruebas gráficas de Cinebench R20. Desafortunadamente, debido a que este es un nuevo punto de referencia, no podemos comparar el puntaje de la generación anterior (que usó una versión anterior de Cinebench). Sin embargo, sí vimos algunas diferencias interesantes entre las tarjetas gráficas utilizadas en los iMacs de 3.0 GHz y el resto de componentes idénticos.
También ejecutamos el índice de referencia de Unigene Valley, y en ese caso, tenemos puntuaciones comparables de otros Mac (aunque vale la pena señalar que estos parámetros los obtuvimos con versiones anteriores de macOS).
Aquí es donde realmente se puede ver la diferencia entre el iMac con sus gráficos discretos y el Mac mini con sus gráficos integrados. Digamos que dejan al Mac mini por los suelos en términos de gráficos.
Si estás ejecutando aplicaciones con uso intensivo de gráficos, estas opciones de gráficos discretos son un beneficio importante de la gama iMac en comparación con el Mac mini y el MacBook Pro de 13 pulgadas, ya que ambos ofrecen solo gráficos integrados.
Mencionar aquí que el MacBook Pro de 15 pulgadas del año 2018 ofrece exactamente las mismas opciones de gráficos discretos que los nuevas iMacs de 21,5 pulgadas, aunque en ese caso, la Radeon Pro 555X viene con 4GB de memoria en lugar de 2GB.
Memoria RAM
Hay un cambio final entre los modelos de 2017 y 2019. Apple ha ajustado la memoria RAM de 2400MHz a 2666MHz, pero solo en la parte superior del rango, correspondiente a los modelos de 3 GHz. La memoria RAM más rápida acelerará las operaciones y transferirá los datos más rápido.
El factor principal a tener en cuenta en los iMac de 21,5 pulgadas es que su memoria RAM no es un componente fácilmente ampliable, frente a los modelos iMac de 27 pulgadas en los que dispones de una compuerta para agregar nuevos módulos. Así pues, toma una decisión en el momento inicial de compra.
Oficialmente, la memoria RAM dentro del iMac de 21,5 pulgadas no se puede actualizar, pero eso no es del todo cierto. Con respecto al iMac de 2017, iFixIt notó que la memoria RAM estaba ubicada en una escotilla detrás de la placa lógica, en lugar de estar soldada a la placa base como era el caso anterior.
Por lo tanto, la memoria RAM es ampliable, pero no es algo que recomendaríamos probar en casa, algo que también anularía la garantía del equipo. Suponemos que la situación es la misma en 2019 y que Apple no ha decidido soldar la RAM en su lugar.
Almacenamiento
En relación al almacenamiento, las cosas no han cambiado demasiado lo que puede suponer una decepción. Un disco duro de 1 TB sigue siendo la opción estándar en los iMac de nivel de entrada con 2,3 GHz de velocidad, pero con tecnología de 5.400 rpm, lejos de los nuevos estándares.
Esto puede significar un lastre para el rendimiento que ofrecen el resto de componentes, por lo tanto, trate de evitar la compra de un modelo con configuración de disco duro tradicional.
Afortunadamente, tenemos más opciones entre las que elegir, a pesar del incremento de precios. Para aquellos que demanden gran almacenamiento de 1 TB, Apple ofrece la unidad Fusion que combina el disco duro mecánico con una pequeña cantidad de flash para acelerar procesos.
Sin embargo, la mejor opción pasa por dar el salto a una unidad SSD, a pesar de que tengas que estar dispuesto a sacrificar espacio de almacenamiento. Basta ver como ha mejorado el comportamiento del Mac Mini con SSD frente al modelo antiguo que no lo tenía.
Apple también mejoró las velocidades de las SSD, afirmando que son un 50 % más rápidos con velocidades de escritura de 3 Gbps. Incluso si dispones de un iMac con SSD del año 2017, experimentarás un incremento de rendimiento por este hecho.
Conectores y puertos
Aquí sigue sin haber grandes cambios con respecto a la generación iMac de 2017, aunque si estás actualizando desde un modelo anterior, debes saber que ganarás dos puertos Thunderbolt 3 (duplicados como puertos de tipo USB Tipo C).
También encontrarás cuatro de los puertos USB-A más antiguos, algo que es de agradecer en vistas de su desaparición en otros equipos de la marca, como es el caso de los MacBook Air.
Muchos lo verán como tecnología anticuada, pero todavía siguen siendo necesarios para conectar ratones, teclados y otros dispositivos a nuestro Mac, motivo por el cual, tenemos que acabar recurriendo a hub de puertos o adaptadores adicionales. No mencionemos que el cable cargador del iPhone sigue siendo de este tipo.
Veredicto
A modo de conclusión, esperábamos un diseño nuevo e innovador en los iMac de 2019 pero nos hemos quedado con las ganas. Esto sería perdonable si el diseño actual fuese perfecto, pero no es así.
Los biseles son muy grandes y desperdician espacio en la pantalla. Tampoco son ergonómicos ya que aparte de la regulación del ángulo de visión, no podemos regular la altura. La base está fijada a la pantalla, por lo que tampoco giran por separado.
Es evidente que los MacBook suponen actualmente la mayoría de las ventas de los equipos Mac de Apple, pero aún así, apreciaríamos algo más de innovación en los sistemas de sobremesa que los usuarios se supone utilizan en su día a día de la oficina u hogar.
La actualización de Apple llega para aquellos que buscan un incremento de rendimiento, y en ese sentido, el iMac de 2019 se pone a la altura de los MacBook Pro. Los procesadores de hasta seis núcleos, la memoria RAM más rápida y las mejores gráficas suman en positivo.
Son actualizaciones valiosas que justifican la compra, pero en líneas generales, los usuarios esperan ya grandes novedades en la próxima generación de equipos iMac.