Es probable que el rumor de que Apple está trabajando en el que sería su iCar o coche eléctrico conectado sea uno de los que más ha dado que hablar a lo largo de los últimos años. Se han escrito infinidad de páginas y posts acerca de filtraciones sobre este proyecto.
Hemos visto a Apple probando vehículos autónomos en las carreteras de los Estados Unidos. Lo último de la compañía ha sido la compra de un circuito de pruebas en Arizona y la contratación de miles de desarrolladores para el proyecto Titan.
Entre ellos, se encuentran expertos de alto rango de la industria automotriz, como es el caso de Doug Field de Tesla, o la del Dr. Manfred Harrer de Porsche. Según esta información, ¿podría Apple lanzar pronto un coche que compita con los Tesla? Quizá no y te explicamos por qué.
Apple lleva invertidos miles de millones en su “proyecto de movilidad o Apple iCar” hasta el punto de que se supone que, en algún garaje secreto, Apple tiene un prototipo de coche terminado que está siendo probado por ingenieros de la compañía.
No obstante, el desarrollo de un vehículo es solo el primer paso. Invertir en producción y establecer un sistema de comercialización con proveedores sería mucho más caro, todo con el objetivo de producir un producto que sea rentable.
En diversas ocasiones hemos visto como el propio Elon Musk de Tesla describe el proceso como “el infierno de la producción”. Estos motivos nos llevan a pensar que quizás el proyecto Titan de Apple pueda ser algo totalmente diferente a lo que todo el mundo piensa que sería.
El software no será el único objetivo
Uno de los más famosos podcasters que habla sobre tecnología de Apple es John Gruber, que en su último podcast junto con Jim Dalrymple se pregunta dónde está la idea de negocio de Apple. En realidad, solo hay dos posibilidades: un vehículo autónomo o la construcción y licencia de una plataforma de vehículos.
El objetivo de Apple podría no ser otro que el de intentar desarrollar el software para los futuros vehículos autónomos, es decir, una especie de carOS. Esto luego se otorgaría a grupos automotrices como Toyota o VW, que a menudo tienen poco éxito al implementar el software.
Pero Gruber se sorprende con razón sobre si Apple realmente quiere ser solo el proveedor de software. Este nunca ha sido el mejor modelo de negocio de Apple; de hecho, Apple ha tenido malas experiencias con la concesión de licencias de sistemas operativos.
Por ejemplo, Mac OS se vendió a los llamados fabricantes de ordenadores clones a partir de 1994 y se convirtió en uno de los mayores fracasos para Apple, lo que propició que se terminara rápidamente en 1997.
Hasta ahora, la fortaleza de Apple siempre ha sido la de ofrecer software y hardware desde una sola fuente, de manera que permita ofrecer a los usuarios un producto final bien pulido y sin dependencias de terceros.
La segunda alternativa que se baraja es que Apple podría construir sus propios vehículos, aunque a un elevado precio con costes elevados de producción. El automóvil del futuro podría ser un vehículo de control autónomo que ya no es tuyo, sino que lo utilizas como una especie de taxi robot.
Esto tampoco parece ser un negocio en el que Apple quiera estar. La fortaleza de la compañía de Cupertino siempre ha sido el hecho de desarrollar productos que la gente quiera tener en propiedad, o al menos, aspirar a tenerlos.
Más importante aún es el riesgo de responsabilidad de fabricar productos defectuosos dentro de lo que hoy en día conocemos como conducción autónoma. Gruber opina que, con gran probabilidad, Apple acabaría con infinidad de demandas ante cualquier pequeño problema.
¿Qué nos hace pensar que Titan sería un robot doméstico?
Como resultado, Gruber no está seguro de lo que Apple estaría trayendo al mercado. En lugar de un automóvil, podríamos ver algo para el sector doméstico, quizá en relación con la realidad aumentada o realidad virtual.
Con productos para el hogar, los riesgos para Apple también serían significativamente menores, suponiendo que los robots de Apple no intenten dominar el mundo, como ya hemos podido ver en muchas películas de ciencia ficción.
Al igual que opina Gruber, no estamos seguros de lo que Apple tiene bajo la manga (o en su garaje), pero es posible que el enfoque del proyecto haya cambiado en diversas ocasiones. Los tiempos están cambiando y Apple cambia con ellos.
Además, con la creación de nuevas empresas, como es el caso de Rivian y Aurora, compitiendo en el mismo mercado por los mismos clientes, Apple podría estar menos interesada en introducirse en el competitivo sector de la automoción.
Quién sabe si la domótica sería un campo más rentable para Apple, un área en el que muchos otros grandes fabricantes tecnológicos siguen explorando, con la creación de robots domésticos. Uno de los últimos en hacer su aparición ha sido el modelo Astro de Amazon.
Este artículo original fue publicado en Macwelt, publicación de IDG.