Una de las novedades más interesantes que Apple ofrece desde finales de este año con la llegada al mercado de los nuevos MacBooks Pro es que la compañía permite a los usuarios elegir entre dos configuraciones bien diferentes de chips en lo que a rendimiento se refiere.
A primera vista, muchos podrían pensar que el chip M1 Max más caro es simplemente un chip más potente y de superior rendimiento frente a lo que pueda ofrecer el M1 Pro, más barato. Sin embargo, no conviene dejarse llevar por las apariencias.
Los dos nuevos chips están estrechamente relacionados y, según el tipo de trabajo que hagas con tu MacBook Pro, es posible que la potencia adicional del M1 Max no valga la pena por el alto precio adicional que debes pagar.
En primer lugar, el M1
Pero antes de pensar en comprar un equipo con los nuevos chips M1 Pro o M1 Max, conviene tener claro lo que ofrece el M1, el primer chip con el que Apple inauguró la nueva era de la arquitectura Apple Silicon y con el que todos nos sorprendimos por su gran rendimiento.
De alguna manera, quedó atrás la era de los procesadores de Intel para obtener todas las ventajas que ya han venido ofreciendo los dispositivos iPhone y iPad durante años, sorprendiendo por rendimiento en multitud de aspectos.
El M1 fue una evolución de lo que Apple ha estado consiguiendo con los chips A12X y A12Z, que impulsaron la potencia de los iPad Pro. El M1 demostró que un chip catalogado como de iPad también puede ofrecer un rendimiento y autonomía suficientes para formar parte de un portátil o equipo Mac de Apple.
Añadiendo alguna funcionalidad específica, como el hecho de tener compatibilidad con Thunderbolt, demuestra sus grandes dotes en equipos como el MacBook Air, el Mac mini e incluso en los últimos iMac de 24 pulgadas.
Con el nuevo chip, Apple ha dado en el clavo a la hora de atender las necesidades más básicas de los usuarios profesionales de los productos de la compañía. Sin embargo, cuando comparas el M1 frente a los nuevos M1 Pro y M1 Max, puedes ver su parecido.
Cuando se trata de rendimiento de un solo núcleo, todos estos chips ofrecen puntuaciones más o menos idénticas. Donde las cosas divergen es cuando se trata de abordar múltiples cargas de trabajo en base a utilizar varios núcleos de CPU o procesamiento basado en GPU.
El M1 solo tiene cuatro núcleos de alto rendimiento, mientras que el M1 Pro tiene seis (en el modelo de 14 pulgadas de 2.249 €) u ocho, y el M1 Max tiene ocho. Como era de esperar, el M1 no puede adaptarse a los nuevos chips cuando se trata de flujos de trabajo intensos y con subprocesos.
De manera similar, el M1 solo tiene siete núcleos de GPU (en configuraciones de gama baja de MacBook Air o iMac) u ocho, mientras que los núcleos de GPU en el M1 Pro y M1 Max van desde 14 (gama baja de MacBook Pro 14) hasta los posibles 32.
Como era de esperar, las tareas intensivas en GPU son dos o tres veces más rápidas en uno de los nuevos MacBook Pro, que si lo haces con un MacBook Air con chip M1. Añade a todo esto el número de puertos a manejar y un máximo de RAM de 16 GB.
Es aquí donde las diferencias comienzan a ser palpables, aunque no es culpa del M1. Realmente, el chip hace bien su cometido y, para las personas que no realizan trabajos profesionales, será más que suficiente con respecto a lo que teníamos meses atrás antes de su llegada al mercado.
M1 Pro vs M1 Max: La comparativa principal
Si simplemente nos dejamos llevar por los nombres de los chips, asumimos que el M1 Max superaría al M1 Pro en todos los ámbitos. Pero la verdad es que la diferencia entre estos dos chips tiene matices que conviene conocer.
Todo se reduce a los núcleos de la CPU. Ambos chips alcanzan un máximo de ocho núcleos de procesador de alto rendimiento, y esos núcleos son más o menos idénticos. Son similares al M1 e incluso al procesador A14 que alimenta el iPhone 12.
Si compras el MacBook Pro de 14 pulgadas de gama baja, quedarás rezagado con respecto al resto de la línea en términos de velocidad de CPU, pero todavía será más rápido que el M1. Pero más allá de eso, los números no mienten.
Si tu trabajo está principalmente vinculado a procesos de CPU, no hay mucha diferencia entre el M1 Pro y el M1 Max.
Pero si eres un desarrollador y utilizas diariamente Xcode Benchmark en el MacBook Pro, los resultados que puedas obtener con un procesador M1 Max pueden llegar a ser muy similares si lo haces con un M1 Pro. Echa un vistazo a los resultados que hemos obtenido, con tan solo un par de segundos de diferencia.
Sacando provecho del M1 Max
Lo que verdaderamente marca diferencias entre el M1 Max y el M1 Pro no son los núcleos de CPU, sino el resto de parámetros. Es decir, los núcleos de GPU y el ancho de banda de memoria, codificación y decodificación de medios. Veámoslo al detalle.
GPU y ancho de banda de memoria y GPU
Si tu trabajo se hace más rápido a medida que incrementas la potencia que necesitas que puedan abordar los gráficos, la elección de un MacBook Pro con M1 Max es sin duda alguna la más apropiada. Con 24 o 32 núcleos de GPU, es mucho más potente que el M1 Pro.
Tanto el M1 Max como el M1 Pro contemplan la posibilidad de hacer uso del doble ancho de banda de memoria. Sin embargo, la única forma en que realmente se aprovechará el ancho de banda es manejando todos esos núcleos de GPU adicionales. Todos van de la mano.
Codificación y decodificación de medios
Ambos chips ofrecen algunas herramientas especiales para los profesionales de la edición, incluida la codificación de medios dedicada y el espacio de decodificación en sus chips. Pero si eres un profesional de los videos que trabaja con archivos almacenados en el códec ProRes de Apple, verás las ventajas de usar un M1 Max.
Esto se debe a que, si bien el M1 Pro tiene un elemento de diseño personalizado para la codificación y decodificación ProRes, lo que lo convierte en un procesador ProRes impresionante por derecho propio, el M1 Max tiene dos de esos elementos.
Esto no será tan evidente en todos los flujos de trabajo, pero en los más extremos, verás una diferencia clara. Incluso una exportación de archivo en Final Cut Pro nos permitió comprobar las ventajas del M1 Max, algunas de ellas asociadas al aumento de núcleos de GPU, y otras a los dos elementos ProRes.
M1 Pro vs M1 Max: Cómo acertar en la elección
Si eres un profesional, nadie mejor que tú conocerá tus flujos de trabajo. De este modo, para la mayoría de las personas, un M1 Pro será impresionantemente rápido.
Si sabes que tu trabajo implica el uso de un software diabólico de múltiples subprocesos que sobrecarga a la CPU, asegúrate de obtener el modelo de 10 núcleos. Si sabes que necesitas potencia de GPU o ProRes, o enormes cantidades de ancho de banda de memoria, entonces el M1 Max es la mejor elección.
Por último, si estás en entornos de flujo de trabajo donde puedes necesitar tanta memoria como sea posible, entonces tienes una opción aún más fácil. El M1 Pro está limitado a 32 GB de memoria compartida, mientras que el M1 Max llega a 64 GB.
Dejando a un lado el resto de consideraciones, si deseas obtener el máximo provecho de tu memoria, la apuesta definitiva es apostar por una configuración de MacBook Pro con el M1 Max.