Este 2022, el Apple Watch Series 8 sustituirá el Apple Watch Series 7 actual en el catálogo de Apple. Después de que Apple negara las afirmaciones de los mayores filtradores el pasado otoño y presentara un reloj aún más redondeado en vez de recto, cuesta saber qué esperar del Series 8.
Tradicionalmente, los rumores sobre el Apple Watch suelen ser menos habituales que, por ejemplo, los del próximo iPhone. El reloj no tiene tantos usuarios y Apple utiliza menos proveedores para fabricarlo, lo que hace que sea más fácil controlar la información filtrada.
Pero el Apple Watch lleva casi seis años en el mercado, por lo que es posible predecir algunas tendencias.
Tick-Tock
El ciclo Tick-Tock suele hacer referencia a un desarrollo en diseño o tecnología que se alterna, es decir, puede producirse un cambio un año sí, otro no. Parece que Apple utiliza este método con el Apple Qatch, o como mínimo desde el Series 3.
El Series 3 incorporó la versión con datos móviles y el Series 5 trajo la pantalla siempre activa.
El Series 4, en cambio, trajo una nueva pantalla grande y el sensor ECG (electrocardiograma), mientras que el Series 6 nos dio el sensor de niveles de oxígeno en sangre.
Las novedades del Series 7 son parecidas a los cambios que vimos en el Series 3 y el Series 5: una pantalla más grande y carga más rápida. Así que es probable que veamos novedades de salud en el Series 8, como ocurrió con los modelos 4 y 6.
Sensores de salud
Apple se ha distinguido por ofrecer prácticamente asistencia sanitaria con su Apple Watch en los últimos años. La cuestión es saber ahora qué otros sensores de salud llegarán con el Apple Watch Series 8.
Glucómetro
Apple lleva años investigando una forma no invasiva de medir los niveles de glucosa en sangre. Por ahora, no sabemos de ningún wearable disponible en el mercado que no mida el azúcar en sangre de forma invasiva (mediante un pinchazo).
Hay algunas startups que afirman ser capaces de medir el azúcar en sangre sin tomar una muestra de sangre, e incluso ofrecen prototipos que funcionan. Es el caso de la empresa japonesa Quantum Operations, que afirma que puede controlar el azúcar en sangre sin necesidad de una muestra de sangre, mientras que el G6 de Dexcom utiliza un pequeño sensor bajo la piel para medirlo.
Apple lleva tiempo trabajando con el proveedor Rockley, que en verano de 2021 anunció que en la segunda mitad de 2022 empezará a distribuir biosensores para medir diversos biomarcadores.
Apple no será el único en ofrecer esta tecnología. Según Rockley, ya tienen como clientes a los cinco mayores fabricantes de wearables, lo que significa que, con su tecnología, la empresa ha convencido no solo a Apple, sino también a Samsung, Xiaomi y Huawei.
Dicha empresa también tiene relación con el Hospital Mount Sinai de Nueva York, que quiere utilizar los productos de Rockley Photonics para monitorizar a los pacientes. Esto indica que ya hay prototipos que pueden utilizarse.
Pero incluso siendo optimistas, parece poco probable que esta tecnología llegue al Apple Watch Series 8. Más realista sería pensar que lo hará en el Apple Watch Series 9 en 2023.
Sensor de temperatura
Ya en verano de 2021, unos periodistas bien informados de Bloomberg afirmaron que Apple quiere instalar un sensor de temperatura en el Apple Watch Series 8. Esto parece mucho más plausible que la monitorización del azúcar en sangre, porque ya existen en el mercado dispositivos que permiten medir la temperatura de forma continua (el Fitbit Sense y el Oura-Ring, por ejemplo).
Pero los sistemas de medición de la temperatura de los wearables actuales tienes algunas desventajas.
Por un lado, la temperatura de las extremidades depende de cómo se lleve puesto, se desvía de la temperatura corporal y fluctúa significativamente durante el día. Por otro lado, los dispositivos actuales solo miden las desviaciones de una llamada temperatura básica, que se registra unos días antes. Por ello, no es posible compararlo con un termómetro comercial.
Sin embargo, el sensor de temperatura del próximo Apple Watch parece más realista. Si esta nueva función llega, Apple habrá añadido un sensor de salud adicional, lo que será un incentivo de compra para la próxima generación. Por otro lado, la tecnología no es tan utópica como el sensor de azúcar en sangre no invasivo.
Diseño
La mayor incógnita del próximo Apple Watch es su diseño.
Imágenes de la primavera y el verano pasados mostraban un nuevo aspecto del Apple Watch con bordes más rectos y eso había despertado mucha expectación. Pero, en contra de lo que se esperaba, el nuevo reloj tuvo bordes aún más redondeados que antes.
Había quien sugería que Apple se había visto obligado a hacer algunos cambios de última hora en sus planes al tener algunos problemas de fabricación con el nuevo diseño.
Eso nos ha dejado a algunos con la esperanza de que el Series 8 será el que adopte los cambios de diseño que se rumoreaban para el Series 7. Sin embargo, hay filtraciones que indican que el diseño del próximo Apple Watch no diferirá del Series 7.
Por mala suerte, estos rumores son probablemente ciertos: Apple tiende a mantener el mismo diseño durante varias generaciones antes de cambiarlo, y el Series 7 sí que tuvo un cambio de diseño (una pantalla ligeramente más grande), aunque no fuera el cambio que la gente esperaba.
Además, este rumoreado nuevo diseño no estaría justificado sería cambiar por cambiar: no está claro qué problemas resolvería una versión plana del reloj. De hecho, podría hacer incluso que fuera menos cómodo de llevar.
Sin embargo, aunque el diseño siga siendo el mismo, cabe esperar cambios. El experto en pantallas Ross Young ha predicho que Apple está planeando un tercer tamaño de pantalla para su reloj. Difícilmente puede hacerse más pequeño, así que lo más probable es que haya un modelo aún sea más grande. Tal vez una edición especial del Watch Series 8 con un tamaño de pantalla de 49 mm.
Este mayor tamaño tendría otras implicaciones: Apple podría incluir una batería más grande, por ejemplo. Apple ha mejorado la batería y, sobre todo, la gestión de la batería en las últimas generaciones de Apple Watch, pero el fabricante ha invertido estos recursos energéticos adicionales en otros ámbitos: la pantalla siempre activa, la medición de oxígeno en sangre por la noche, la detección de ruido, etc.
Es muy probable que Apple esté trabajando en la eficiencia de la batería y en los procesadores para la próxima generación del reloj. Junto con una batería más grande en el Apple Watch más grande, esto podría ser suficiente para un modelo extremo o especial del que se lleva hablando durante mucho tiempo y que pretende atraer a los deportistas con su mayor autonomía y robustez.
El software
Junto al nuevo hardware, cabe esperar que el watchOS 9 llegue junto a la próxima generación de Apple Watch.
Se espera un procedimiento de actualización más sencillo, posiblemente desvinculado del iPhone. Porque incluso después de siete generaciones, todavía hay que descargar la actualización en un iPhone emparejado, colocar el reloj en la base de carga y solo después de que la batería esté cargada al 50 %, el smartphone transferirá la nueva versión del sistema operativo al reloj. Esto resulta muy engorroso y lento.
En la nueva versión de software, nos gustaría ver la llegada de actualizaciones over-the-air de watchOS 9 de verdad directamente al Apple Watch. De acuerdo, seguirá siendo necesario conectarlo a la base de carga, pero no habrá descarga adicional en el iPhone.
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Artículo original publicado en Macwelt.