Mucha gente esperaba que Apple descatalogaría el Watch Series 3 cuando lanzó watchOS 8 a finales del año pasado y que dejaría de vender un wearable por 200 €, o como mínimo que haría un modelo de entrada como el Apple Watch SE más atractivo y potente.
Pero resultó que Apple no había terminado aún con el antiguo smartwatch. De hecho, algunos usuarios aseguran que el watchOS 8 funciona mejor que el 7 en el Series 3.
Aunque eso fuera verdad y Apple ha utilizado su magia para hacer que un smartwatch de hace cinco años funcione más rápido con un software más reciente, sigo preguntándome por qué Apple sigue vendiendo el Apple Watch Series 3.
Cuando una amiga me enseñó su “nuevo” Apple Watch y me mostró una muñeca adornada con tecnología de hace más de cuatro años, me quedé un poco en shock con lo anticuado que parecía: hay una clara diferencia con el Series 7.
El último Apple Watch tiene una pantalla grande y expansiva y, en comparación, la del Series 3 parece realmente pequeña. Su resolución de 272 x 340 es la misma que la del Apple Watch original y la pantalla tiene un bisel ancho, que hace que la pantalla tenga una forma más rectangular que los modelos más recientes.
El Serie 3 parece incluso anticuado cuando lo comparas con la mayor parte de los smartwatches baratos actuales. También significa que las esferas del reloj, que parecían impresionantes hace cuatro años, ya no se ven tan bien, ya que carecen de algunos de los detalles de los modelos más recientes. Y lo que es más importante, también tienen una compatibilidad muy limitada con las complicaciones.
A pesar de tener una buena selección de complicaciones propias y de terceros (widgets personalizables en la esfera del reloj), la limitada capacidad de procesamiento disponible significa que el Series 3 solo puede mostrar una complicación a la vez.
Teniendo en cuenta que las complicaciones son uno de los aspectos más útiles del Apple Watch, ya que proporcionan información en vivo como los pasos, el tiempo y la frecuencia cardíaca, los usuarios del Series 3 se están perdiendo más de lo que creen.
También se pierden por completo algunas de las esferas de reloj más nuevas, más bonitas y más útiles que ofrecen múltiples complicaciones.
Que el procesador S3 de tercera generación tenga un menor rendimiento también significa que las aplicaciones no se ejecutan igual de bien, especialmente las diseñadas para las variantes más modernas del Watch. Puedes instalar tantas aplicaciones como quepan en los 8 GB de almacenamiento (otra desventaja, ¡por cierto!), pero que se ejecuten correctamente o no es otra historia.
Cuando tuve un Serie 4, que tenía un procesador ligeramente más rápido, acabé dejando de intentar usar aplicaciones porque odiaba esperar a que se cargaran y usaran datos de mi iPhone. En un hardware aún más antiguo, esa experiencia es aún peor.
De hecho, ha sido solo con los tiempos de carga casi instantáneos del Series 7 que he empezado a apreciar completamente las aplicaciones en el Apple Watch.
Incluso si no te importa que el diseño esté anticuado y la falta de potencia de procesamiento, hay un montón de problemas menores que hacen que el Series 3 ya no parezca muy “Apple”.
El más importante, al menos para mí, son las actualizaciones. Con casi cualquier otro producto de Apple, el proceso de actualización de software es indoloro. Solo tienes que descargar la actualización, pulsar ‘Instalar’ y el trabajo está hecho dejando tus aplicaciones y datos intactos.
El problema es que Apple solo vende el modelo de 8 GB del Apple Watch Series 3, y eso sencillamente no es suficiente almacenamiento para poder actualizar el sistema operativo.
Esto significa que el Apple Watch Series 3 tiene que ser completamente restablecido y restaurado con cada gran actualización del sistema operativo. Eso es un quebradero de cabeza que muchos compradores desconocen, así como el riesgo de que el proceso de restauración pueda salir mal, con la consiguiente pérdida de algunos datos.
Incluso si todo va bien, todo esto lleva mucho más tiempo que la actualización del software en los Apple Watch más recientes.
Así que, de nuevo, ¿por qué Apple sigue vendiendo este wearable obsoleto? Ciertamente, parece seguir el enfoque de “tendrás lo que te den” que Apple parece adoptar cuando se trata de sus productos de entrada.
Durante años, los iPads económicos, incluido el iPad mini, fueron descuidados y recibieron actualizaciones menores cada pocos años, y el iPhone SE original era poco potente en comparación no solo con otros iPhones, sino con gran parte de la competencia de Android.
Sin embargo, esto está empezando a cambiar. Hemos visto cambios más significativos en productos de entrada como el iPad de 10,2″ y el rumoreado iPhone SE 5G que llegará a finales de este año, pero hasta que el Apple Watch Series 3 sea retirado y sustituido por un dispositivo más potente (y capaz de competir en el espacio de smartwatches baratos/gama media), habrá una bandera roja en el catálogo de Apple. O, al menos, así debería ser.
Si te tienta la idea de un Apple Watch asequible (o estás aconsejando a alguien) considera el Apple Watch SE como el verdadero modelo base. Tiene una pantalla más grande y mejor, compatibilidad con funciones como la detección de caídas y múltiples complicaciones, todo ello por menos de 80 € más que el Apple Watch Series 3.
Artículo original publicado en Tech Advisor.