Tras una serie de incidentes que vieron a varios rastreadores AirTag de la compañía escondidos en los coches de las víctimas o en sus pertenencias con la intención de acechar sus movimientos, Apple ha anunciado públicamente una serie de medidas que tomará para combatir esto.
En un comunicado oficial, la compañía reconoce “que el AirTag se ha intentado utilizar con fines maliciosos o delictivos”. Aunque afirma que estos incidentes son poco comunes y señala una vez más las medidas contra el acoso que ya incorpora el AirTag, admite que “queremos que no se produzcan en ningún caso”.
Apple afirma que ha estado trabajando con las autoridades para hacer frente al acoso ligado a los AirTags, y revela algo que puede no ser muy conocido: mediante el uso de los números de serie y los detalles de la cuenta del ID de Apple, los AirTags pueden ser rastreados hasta sus propietarios.
Apple dice que proporcionará esos datos en respuesta a una solicitud válida o citación judicial, y afirma haberlo hecho en al menos un caso que llevó a la captura y acusación del autor.
Pero la empresa dice que tiene intención de hacer más, y detalla una serie de cambios en los AirTags y a la función ‘Buscar mi’.
- Apple ha actualizado sus artículos de soporte para explicar con más detalle las funciones de privacidad integradas en los AirTags y dispositivos similares, y para ofrecer recursos a las víctimas de acoso.
- Como parte de una próxima actualización de software, los propietarios de AirTag recibirán una alerta durante la configuración en la que se explicará que el dispositivo no debe utilizarse para acosar, que ese comportamiento puede ser ilegal y que (como se ha explicado anteriormente) Apple puede ayudar a las autoridades a atrapar a los acosadores y lo hará.
- En la misma actualización, las alertas de “Accesorio desconocido detectado” serán más informativas, especificando cuando el accesorio es un conjunto de AirPods.
Otros cambios llegarán “más adelante este mismo año”.
- Cuando recibas una alerta de un rastreador desconocido, podrás utilizar la función de búsqueda de precisión para averiguar dónde se encuentra exactamente (si tienes un iPhone 11 o posterior). Recibirás una notificación en tu dispositivo que te ofrecerá varias acciones, entre ellas Búsqueda de Precisión y reproducción de sonidos.
- Los propios sonidos se modificarán “para que suene con más volumen”.
- Se actualizará la lógica utilizada para activar las alertas de rastreo no deseadas. Apple dice que esto significa que los usuarios serán alertados antes, pero esperemos que sea más sofisticado que eso.
¿Quieres luchar contra los robos o contra el acoso?
El hecho de que Apple haya abordado la cuestión demuestra que se está tomando en serio el acoso con el AirTag, y con razón.
Pero da la sensación de que Apple aún no ha encontrado la manera de conciliar una de las funciones principales del AirTag, que es evitar o minimizar los daños causados por el robo, con la prevención del acoso.
Alguien con una bici eléctrica cara, por ejemplo, podría encontrar un escondite inteligente para un AirTag bajo el sillín, y guardarlo con la seguridad de que un posible ladrón no pueda encontrarlo y sea fácilmente rastreado por el propietario o (preferiblemente) por la policía.
Pero un conjunto completo de medidas contra el acoso haría que ese ladrón fuera alertado rápidamente de la presencia del AirTag y, a partir de la próxima actualización de software, de su ubicación precisa.
A menos que la actualización lógica prometida sea muy inteligente, es difícil ver cómo un AirTag podría diferenciar entre un ladrón y una víctima de acoso, ya que ambos son personas que se mueven con él y que no puede reconocer y no son conscientes de su presencia.
Si queremos atrapar al ladrón, ponemos en peligro a la víctima del acoso; si queremos proteger a la víctima del acoso, permitimos que el ladrón se escape.
El dilema del AirTag
Elegir entre una u otra prioridades es una obviedad y, por supuesto, Apple debería centrarse en el acoso. Lo material puede sustituirse; las personas deben ser lo primero.
Pero la empresa no parece haberse dado cuenta aún del conflicto fundamental que se encuentra en el corazón del conjunto de funciones del AirTag. Tiene dos funciones: ayudar a un propietario a encontrar un objeto que ha perdido y ayudarle a encontrar un objeto que ha sido robado. Y la segunda es la misma que el acoso. Es un acecho benévolo; un acecho con buen motivo. Pero es exactamente lo mismo.
¿Cuál es el futuro del AirTag? No estoy seguro. Tal vez vuelva a la primera función y sea simplemente una forma práctica de encontrar esa cartera que se dejó en una tienda. Tal vez la lógica se vuelva tan sofisticada que realmente sea capaz de distinguir cuándo se está utilizando para rastrear a un ladrón y cuándo está siendo utilizada por un ladrón para rastrear a una posible víctima, aunque no veo cómo podría funcionar eso.
Artículo original publicado en Macworld UK.