Ha sido una semana ajetreada para Apple. El martes, llegaron nuevos chips, Mac minis y MacBook Pros y, el miércoles, regresó el HomePod de tamaño completo, con un diseño y un conjunto de características similares al modelo original, así como el mismo precio de 349 €, unos dos años después de que fuera descatalogado.
Y cuando se profundiza en él, las cosas se vuelven aún más extrañas. El nuevo HomePod es, en realidad, bastante diferente al modelo original, pero de una forma sutil y confusa que no será tan perceptible para cualquiera que compre uno.
Te presentamos cinco aspectos del nuevo HomePod que nos desconciertan un poco.
Apple lo ha rediseñado para que parezca el mismo
A primera vista (y a segunda, y a tercera), el HomePod de segunda generación parece idéntico al modelo original. Tiene el mismo cuerpo circular, el mismo exterior de malla y la misma pantalla, pero hay ligeras diferencias.
Por un lado, es 4 mm más corto y 200 gramos más ligero. La pantalla de la parte superior está ahora ligeramente rebajada, y el panel es más grande y fácil de ver. La “malla sin costuras” del modelo original es ahora una “malla acústica sin costuras que deja pasar el sonido”, y se estira un poco más en la parte superior.
Apple ha presentado un nuevo color, el medianoche, que es más bien un tono ligeramente más oscuro del gris espacial.
Sin embargo, ninguno de los cambios supondrá una gran diferencia visual a menos que compares uno nuevo y uno viejo uno al lado del otro, por lo que parece extraño que Apple se haya tomado la molestia de rediseñar el HomePod en formas tan pequeñas.
No puedes configurar un par estéreo con un HomePod de primera generación
Una de las mejores características del HomePod es la posibilidad de configurar un par estéreo que “reproduce cada canal en perfecta armonía”, creando un sonido “más amplio y envolvente que con unos altavoces estéreo convencionales”.
No es una función nueva, pero tiene truco: mo puedes emparejar un HomePod nuevo con uno viejo. Para que un par estéreo funcione, necesitarás dos HomePods iguales: uno de 1ª generación con uno de 1ª generación; un mini con un mini; uno de 2ª genernación con uno de 2ª generación.
Es lógico, ya que los dos modelos tienen especificaciones diferentes, pero habría estado bien que Apple hubiera encontrado una forma de hacer que los dos funcionaran bien juntos.

Dominik Tomaszewski / Foundry
Usa un chip de Apple Watch en lugar de uno de iPhone
El HomePod original utilizaba el procesador A8 de Apple, que había debutado en el iPhone 6 unos años antes, siendo “el cerebro que hay detrás de las avanzadas innovaciones de sonido”.
Cuando llegó el HomePod mini unos años después, Apple utilizó el chip S5 del Apple Watch Series 5 para “conseguir un sonido tan espectacular a pesar de su pequeño tamaño”.
La 2ª generación del HomePod también utiliza un chip del Apple Watch, el procesador S7 del Apple Watch Series 7, “para ofrecer un nivel de audio computacional aún más avanzado”. Todo eso está muy bien, pero es difícil no pensar que un A12 o A13 no proporcionaría un poco más de garantía de futuro.
Sigue teniendo un cable de alimentación integrado
Uno de los mayores defectos del HomePod original era el cable de alimentación integrado, principalmente porque la gente intentaba desconectarlo de forma natural y a veces acababa estropeando los altavoces.
Es posible que Apple haya cambiado el conector para evitar que eso ocurra, pero basándonos en las fotos, el HomePod sigue teniendo el mismo cable de alimentación permanentemente conectado en la parte posterior del dispositivo.
Un cambio a un conector magnético como el del iMac de 24″ habría sido una buena mejora.

Dominik Tomaszewski / Foundry
Compatible con un estándar Wi-Fi más lento que el iPhone 6
Ya es bastante raro que el nuevo HomePod siga siendo compatible con Bluetooth 5 en lugar de 5.3 (como en los nuevos Mac y iPhone), pero es que además tiene una conexión Wi-Fi más lenta que el modelo original.
Según las especificaciones técnicas, el primer HomePod era compatible con 802.11ac, más conocido como Wi-Fi 5, mientras que el nuevo HomePod utiliza Wi-Fi 4 (802.11n).
Quizá sea demasiado pedir Wi-Fi 6E cuando los nuevos iPhone ni siquiera lo soportan, pero nos sorprende ver que el nuevo HomePod utiliza un estándar Wi-Fi tan antiguo como el iPhone 4.
Las especificaciones de audio parecen ser inferiores
Esto es lo más extraño: según las especificaciones de audio, el nuevo HomePod no es tan bueno como el modelo original.
Aunque seguramente “ofrece una inigualable calidad acústica”, como afirma Apple, si comparamos las especificaciones técnicas vemos que hay dos altavoces de agudos (cinco frente a siete) y dos micrófonos (cuatro frente a seis) menos.
Obviamente, no todos los altavoces ni todos los micrófonos se fabrican igual, y el procesamiento de audio cuenta mucho. Es muy posible que Apple consiga un audio igual o mejor con menos altavoces y micrófonos, pero es extraño que, después de dos años, el HomePod antiguo sea superior al nuevo sobre el papel.