Nunca he sentido la necesidad de elegir entre el iPad y el Mac. Utilizo y valoro ambos dispositivos. Pero, en los últimos años, he empezado a sentir que tanto el Mac como el iPad están cada vez más limitados por una barrera artificial que Apple ha colocado entre ellos.
El iPad se ha ido asemejando poco a poco al Mac sin llegar nunca a serlo. El Mac, por su parte, no ha conseguido incorporar muchas funciones del iPad.
Admiro la disciplina con la que Apple a conseguido mantener separadas sus líneas de productos, pero me da la sensación de que esa decisión está empezando a perjudicar el futuro de ambos productos.
El Mac y el iPad están a punto de colisionar, y me preocupa que vayan a chocar contra el muro de ladrillos que Apple ha levantado entre ellos.
No es exactamente un Mac
En la era del iPad Pro (es decir, los últimos ocho años), Apple se ha esforzado mucho en incorporar funciones similares a las de Mac en iPadOS. En lugar de limitarse a copiar características de Mac, Apple ha tratado de reinventar esa funcionalidad en el contexto del iPad.

Dominik Tomaszewski / Foundry
Cuando funciona bien, como ocurrió con la incorporación del soporte para el cursor en 2020, puede ser un éxito. Pero con demasiada frecuencia, las incorporaciones parecen limitadas o parciales de forma que sirven solo para resaltar lo mucho más potente que es el Mac.
‘Archivos’ es como ‘Finder’, pero más limitado. El ‘Organizador Visual’ es como las ventanas del Mac, pero más limitado. Algunos aspectos fundamentales de iPadOS (como el subsistema de audio, que solo puede reproducir desde una única aplicación a la vez y no puede grabar el audio del sistema o de las aplicaciones) se crearon para el limitado mundo del iPhone y parece que nunca se han revisado.
Y, por supuesto, incluso con soporte completo para teclado y trackpad, lo más cerca que iPadOS ha podido estar de un MacBook es con accesorios adicionales como el Magic Keyboard. Un portátil basado en iPadOS podría merecer la pena, pero nunca existirá porque entraría en el terreno del Mac.
Un MacBook, sin excepciones
Mientras que el iPad siempre se ha especializado en una ergonomía flexible, el diseño de la línea MacBook lleva congelado desde principios de la década de 2010. Puedes comprar numerosos portátiles basados en Windows que experimentan con la ergonomía de formas interesantes y rompen el paradigma clásico del portátil compuesto por dos rectángulos permanentemente unidos.
Aunque esos PC pueden ser raros, también ofrecen un nivel de flexibilidad ergonómica que el Mac no puede ofrecer. Los MacBook son portátiles, y eso es todo lo que se les permite ser.
Obviamente, es difícil ser un ordenador portátil convertible si no hay forma de controlar el dispositivo sin un teclado y un trackpad. Se rumorea que Apple podría añadir finalmente una pantalla táctil a los MacBooks en un par de años, lo que sería un avance revolucionario si los PC no las tuvieran desde hace años.
La incorporación del Apple Pencil ha sido otro gran impulso para el iPad, pero el Mac solo puede utilizarlo si lo conectas a un iPad y dibujas en la pantalla de la tablet.

Foundry
Aun así, el Mac tiene toda la potencia y flexibilidad que el iPad (incluso el iPad Pro) no tiene. Puedo realizar todas las tareas de mi trabajo en un MacBook Air desde prácticamente cualquier lugar del mundo. Los pódcasts, por ejemplo, son algo que no puedo hacer con el iPad Pro, y hay muchas otras funciones del iPad Pro que no son tan potentes o flexibles como las de macOS.
Exploremos la zona intermedia
A veces miro hacia atrás y veo todo el esfuerzo que Apple ha hecho con el iPad Pro y me pregunto si ha merecido la pena.
Todas las funciones parecidas a las de Mac incorporadas han añadido una complejidad que probablemente no hayan podido comprender la mayoría de los usuarios de iPadOS, y los usuarios avanzados para las que estaban pensadas probablemente sean muy conscientes de en todo lo que se diferencian respecto a las funciones de Mac que están duplicando.
Quiero ver qué pasa cuando caigan las paredes que los dividen. El iPad Pro actual funciona con el mismo chip que el MacBook Air. ¿Sería un cataclismo realmente grande si se nos permitiera simplemente reiniciar ese iPad en macOS o ejecutar macOS dentro de una máquina virtual?
Asimismo, ¿qué pasaría si el Mac tuviera una pantalla táctil y soporte para Apple Pencil y tuviera un factor forma que no fueran el portátil tradicional? ¿Y si el Mac empezara a ofrecer la flexibilidad ergonómica que tan bien ofrece el iPadOS? ¿Y si arrancara el teclado de un MacBook y tuviera la opción de usarlo de forma táctil como si fuera iPadOS?
No estoy diciendo que macOS y iPadOS tengan que fusionarse. Pero estoy empezando a preguntarme si los usuarios obtendrían una mejor experiencia si el iPad Pro pudiera ser más como un Mac y el MacBook pudiera ser más como un iPad Pro. (Obviamente, en este escenario, también seguiría habiendo portátiles tradicionales con macOS y iPads de gama baja con iPadOS).
Desde hace años, Apple ha empujado al iPad Pro a un espacio en el que, por mucho que lo intente, nunca podrá ser un Mac. Mientras tanto, el Mac nunca podrá ser un iPad. Parece que ha llegado el momento de que caigan las barreras y Apple permita que estas dos líneas de productos desplieguen sus alas.
Mientras no se permita al Mac y al iPad aprovechar los puntos fuertes del otro, me temo que ninguno de los dos se convertirá en la mejor versión de sí mismo.